Prosa del mundo

Augusto Serrano López

las dos demandas

Tenemos en estos días del siglo XXI dos demandas hasta cierto punto contradictorias: la demanda de lo necesario y la demanda de lo innecesario.

          La demanda de lo innecesario se expresa por todas aquellas «necesidades» innecesarias para la vida que nos vienen sugeridas e impuestas por los medios de comunicación virtual que últimamente están confeccionando nuestras vidas, sin que tengamos conciencia de ello. Demanda impulsada y atendida bajo la norma de la obsolescencia programada de todos sus «satisfactores», aunque demanda siempre insatisfecha, ya que en eso consiste su naturaleza: en conseguir que la oferta nunca llegue a satisfacer del todo a la demanda, dejando ese espacio de insatisfacción suficiente, para que el demandante no deje de sentir su necesidad como necesidad urgente por satisfacer. Nos están convirtiendo en consumidores no de los valores de uso necesarios para la vida, sino en consumidores de valores de cambio necesarios para la ganancia de productores y vendedores. Se ha logrado científicamente diferenciar entre la vida útil física y la vida útil económica de tu ordenador, de tu móvil, de tu automóvil, de tu lavadora. La vida útil física de esos cacharros podría en muchos casos durarte toda la vida, la otra apenas siete o diez años. La vida útil económica actual te obliga a reponer el cacharro correspondiente muchas veces durante tu vida. Aquí está una de las causas del cambio climático. Porque esos cacharros hay que producirlos con carbón, con petróleo, con gas mientras tú te atiborras con chuletones de vaca y las selvas se roturan para pastizales o para sembrar palma africana  y vamos generando esos enormes basureros que superan la capacidad de carga de la Tierra. La madre Tierra con mayúscula, porque solo hay una.

          La demanda de lo necesario para todos lleva siglos sin ser satisfecha y no por falta de medios o por falta de potencial productivo, sino porque ese potencial de bienes se ha volcado preferentemente en atender la demanda de lo innecesario, como cuando se llega a la aberración de producir el trigo o el maíz para carburantes o para pienso de la vacas cuya carne no irá a satisfacer a los que hoy tienen hambre ni a satisfacer  la demanda real de la reproducción suficiente  de la vida humana de todos.

San Juan, 26/01/2023

28 enero 2023 - Posted by | Uncategorized

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